5 Consejos para disfrutar del Cava en la verbena de San Juan y 2 rituales que no pueden faltar en esta noche mágica

La verbena de San Juan es la noche más mágica y especial del verano, ¡todavía más con cava! Los calendarios en los hogares a lo largo y ancho del Mediterráneo señalan el 23 de junio, todavía más en la ciudad de Alicante cuando se celebran sus tradicionales hogueras. Independientemente de la fiesta a celebrar, las temperaturas estivales invitan a pasar la noche al fresco y la cercanía del solsticio de verano (que este año cae en martes 21 de junio) propicia que sea ésta una de las noches más cortas sin un minuto a perder.

Reuniones con amigos, cenas para la ocasión, hogueras en la playa, fuegos artificiales, amores de verano… todo ello en una velada única donde hay dos cosas que no pueden faltar: el reflejo de la luna en el mar y el cava. Y es que no puede haber celebración sin nuestro espumoso favorito.

Para que nada os agüe la velada –nunca mejor dicho– hemos preparados 5 consejos que os ayudarán a disfrutar al máximo del cava en esta noche tan especial. Además, al final de este artículo encontraréis 2 tradiciones que no pueden faltar para garantizar que vuestra noche de San Juan sea mágica.

5 Consejos para disfrutar del Cava en la verbena de San Juan:

1. Tómalo como maridaje gastronómico de principio a fin

Uno de los errores más habituales que se comete con el consumo de cava es la creencia de que éste debe reservarse para los postres. Los Cava Reserva y Gran Reserva resultan una bebida mucho más idónea para el maridaje de principio a fin de la comida o cena, todavía más si son Brut Nature (es decir sin azúcares añadidos).

En muchos hogares existe la tradición de reservar estos elegidos vinos para la tradicional coca de San Juan en los postres (o en su equivalencia invernal, el roscón de Reyes), cuando en realidad los dulces maridan mucho mejor con espumosos de perfil brut, seco o semiseco, todos ellos con mayor cantidad de azúcar. La norma debería ser sencilla de recordar: a postres dulces, espumosos dulces.

2. Tómalo a temperatura ideal

La temperatura ideal de consumo para un cava es entre los 6 y 8 ºC. No obstante, si se trata de un Gran Reserva, se degustará mejor si éste se encuentra entre los 8 y 10 ºC. Aunque lo habitual es alcanzar estas temperaturas en el frigorífico, si optamos por esta opción conviene recordar que no debemos almacenarlo en la puerta, pues la sacudida durante la apertura y el cierre de la misma perjudicará el carbónico. También, que habrá que retirarlo unos minutos antes de su consumo para alcanzar la temperatura ideal. No obstante, una opción muy recomendable es sumergir la botella en una cubitera con hielo y en pocos minutos estará listo para disfrutar.

3. Descórchalo sin romperte la mano

Para descorchar la botella se aplica la norma no escrita de más vale maña que fuerza. Conviene no retirar el precinto metálico, ya que éste proporciona mayor agarre al corcho evitando que la mano resbale. Otro detalle que nos facilita la apertura es girar la botella en lugar del corcho. Combinando ambos trucos, ¡no habrá botella de cava que se nos resista!

Una vez hayáis retirado el corcho, el estado de éste nos desvelará si el cava se encuentra en su momento más óptimo de consumo. Si recupera su forma original (similar a la de una seta con base triangular) es que el espumoso se encuentra en su primer año de lanzamiento al mercado y es por tanto el momento ideal. Si por contra, el corcho queda recto, nos dirá que ese vino lleva ya tiempo embotellado, sin que esto indique implícitamente que esté en malas condiciones para su consumo.

4. Disfrútalo en la copa más adecuada

El cava se bebe tradicionalmente en copas flauta, altas y delgadas, que permiten a la burbuja subir hacia la superficie formando una cadena vertical y a un ritmo constante y uniforme. Siendo ésta en absoluto una mala opción, en ANTIGVA disfrutamos de beber el cava en una copa de vino convencional, cuanto más ancha mejor, y sobre todo si se trata de nuestro Gran Reserva Brut Nature. De este modo podemos disfrutar de su frescura, aroma y complejidad con una mayor expresividad. Aunque en este aspecto, para gustos colores y tradiciones.

5. Disfrútalo hasta el final, pero si no…

Lo mejor que podemos hacer al abrir una botella de espumoso en compañía es beberlo hasta el final, siempre y cuando sea con tiempo por delante y por supuesto sin responsabilidades y/o obligaciones a corto plazo. Ante todo, sentido común. Después, entender que el vino espumoso contiene carbónico y que éste se evapora hasta extinguirse como en una botella de refresco. Por ello, si la botella de cava no se termina, jamás pondremos una cuchara de metal en el cuello, pues esto es un mito que no impide que el carbónico se escape por los huecos que deja libres la cuchara. En caso de no terminar la botella, la mejor opción es siempre utilizar un tapón hermético.

2 Rituales que no pueden faltar en tu mágica noche de San Juan:

1. Saltar sobre las llamas:

Allí donde hay hogueras hay valientes deseosos de saltar sobre ellas. Dicen las tradiciones que este acto de valentía propiciará que se hagan realidad nuestros deseos. No obstante este ritual no es idéntico en todas partes, pues en algunos lugares basta con saltar una vez; pero en otros conviene hacerlo en repetidas ocasiones aunque siempre un número impar de veces. En cuanto a si saltar descalzo o no… he aquí la temeridad de cada uno.

2. Darse un baño nocturno:

Parece evidente si la celebración se produce en la playa y es que éste debe de ser el ritual más popular en estas localidades. Se dice que el agua purifica, sobre todo cuando se trata del agua de mar. Un baño en sus aguas eliminará la energía negativa, preparándonos para la segunda mitad del año cargados de energía positiva. Desconocemos si se produce el efecto espejo en el agua de una piscina o no… sea como fuere, que cada cual disfrute de la noche a su manera y con lo que tenga a mano. Pues se trata de disfrutar, ¿verdad?